Antonio de Padua es la persona más rápidamente canonizada por la Iglesia católica: 352 días después de su fallecimiento, el 30 de mayo de 1232. Es especialmente invocado por los católicos en diversas ocasiones o motivos debido a la cantidad enorme de milagros que se le atribuyen.
Treinta años después de su muerte, el sarcófago donde se encontraba su cadáver fue abierto. Se cuenta que, aunque todo su cuerpo estaba ya corrupto la lengua no, lo que provocó una nueva oleada de devoción y la admiración de otros personajes católicos
En Portugal, y algunas partes de América Latina es reconocido como el santo de los matrimonios y el día de su fiesta -el 13 de junio- las muchachas solteras tienen la costumbre de comprar una pequeña imagen de San Antonio y colocarla cabeza abajo como castigo hasta que hayan encontrado un buen marido.
TENGO A SAN ANTONIO PUESTO DE CABEZA…
…no consigue novio…nadie lo endereza…
©Copyright 2007- Felix Achenbach – Miami,
Junio 2005
Yo
no invento historias, la realidad es suficientemente confusa y mucho más
divertida.
Huamantla, México, 20 junio 2005
Iglesia de San Antonio en Huamantla, Tlaxcala, Mexico |
Antonio, un joven del
barrio de San Antonio caminó como todas las mañanas antes de ir a su trabajo hacia
la iglesia de su santo patrono: San Antonio.
La cosecha de nopales podía
esperar hasta después de la salida del sol. Así sería más fácil ver si había
alguna víbora entre las pencas.
Casi al mismo tiempo que
Antonio llegaron las mujeres que todas las mañanas, con intenciones, ofrendas y
pedidos diversos, comenzaban el día con oraciones al santo de los enamorados cubriendo
sus cabezas con rebozos oscuros.
Paradas en los escalones
del pórtico oyeron la llave en el aldabón que por
dentro destrabó la puerta de entrada a la iglesia y que se abrió con la misma
dificultad de todos los días. Vencidos los goznes, raspando contra el piso de
piedra sonaba como un quejido humano.
Por la rendija, un gato
barcino, escapaba de una noche tibia en la iglesia camino a vaciar su vejiga y
conseguir comida.
La semi oscuridad de la mañana
se mezcló con el grito del vendedor de gas, un perro que le ladró por haber
interrumpido su sueño y dentro de la iglesia el sonido de los fósforos que al
rasparlos producían puntos de luz y alcanzando los pabilos encendían las velas.
Esta vez, curiosamente, pareció
que las velas no iluminaban.
El mayordomo intentó
vislumbrar las conocidas imágenes en la semi tiniebla del alba y sólo pudo
identificar zonas vacías en las paredes de la iglesia con manchas de humedad. Hoy
no hubo imágenes.
¡Padre! ¡Padre! Los gritos
destemplados rasgaron la neblina. ¡Nos han robado! ¡Nos han robado!
Los fieles confundidos trataban
de entender lo que sucedía y recorrían la iglesia azorados hasta que uno de
ellos tropezó y cayó al suelo. Pisoteadas y enredadas en sus pies estaban, cual
animal exangüe, las vestiduras de la imagen de San Antonio.
A primera vista, y a la grisácea
luz matinal, parecían salpicadas de sangre. En una segunda inspección
resultaron ser los saquitos rojos conteniendo el pedido especial que las
muchachas del pueblo le hacían anualmente al santo.
El párroco llegó
acomodando la sotana y aun descreído pudo darse cuenta de la magnitud del robo.
Veintitrés pinturas irreemplazables del siglo XVII y la imagen colonial de
madera estofada de San Antonio habían desaparecido.
TENGO A SAN ANTONIO PUESTO
DE CABEZA…
…no consigue novio…nadie
lo endereza…
Ay San Antonio bendito!
cuantas veces habrás oído esta canción…
…y los pedidos ridículos
que la acompañan!
Con una oficina tan
ocupada como la tuya y estando cabeza abajo gran parte del año creo que todos abogaríamos
por disculpar tus equivocaciones.
En una sociedad machista
donde la mujer, sumisa por nacimiento, es tratada por el hombre poco menos que
como un sirviente, hay muy pocas posibilidades de conseguir pareja para una
mujer que se haga valer como mi prima.
Para graficar esta aseveración
incluyo este dicho muy común en México: “pégame… pero
no en la boca…si no… como hare para besarte?”
Para una mujer divorciada
y con dos hijos adolescentes, atractiva, independiente, autosuficiente y que
vive en una pequeña ciudad mexicana es mucho más difícil enganchar novio y
mucho menos un novio sumiso y complaciente.
Es así como Lurdes, que así
se llama mi prima, decidió unirse a las huestes de mujeres desesperadas en
procura de un zángano con el cual compartir sus soledades.
El 13 de junio se festeja
en Huamantla y el mundo entero católico el día de San Antonio. Hay una trecena
o periodo de trece días antes al día del Santo donde en Huamantla se organiza
un baile por noche.
Dice la no escrita tradición
que, si llevas un candidato y bailas toda la noche con el personaje en
cualquiera de los benditos 13 días, te casaras con él.
Si por alguna razón ni
siquiera encontraste un gaznápido-consuelo para llevar baile siempre la Iglesia
con leyes muy aleatorias te da una segunda oportunidad.
En este caso debes
escribir el pedido en un papel blanco, con tinta roja. Doblar el papel de
cierta manera y colocarlo en una bolsita de tela roja y con un alfiler de
gancho plateado lo colgarás de la falda de
tela del hábito franciscano de la imagen de San Antonio que se exhibe sobre un
pedestal en su iglesia del barrio de San Antonio.
Mi prima, que nunca
dispone del tiempo suficiente para buscar novio porque esta eternamente ocupada
por su trabajo, sus hijos, sus padres, la manicura y su jefe agregó a último
momento a su complicada agenta el solicitar un crédito a un ente del gobierno
para poder comprar una casa en un nuevo desarrollo para gente de recursos
limitados.
Por esa razón, ese día, el
último día para colgar la petición de las faldas de
San Antonio llegó a la iglesia con los pelos mojados por el apurón y vio que
las vestimentas del santo estaban totalmente cubiertas de bolsitas rojas.
Siendo una mujer que
piensa y dueña de una personalidad avasalladora no se amedrentó y decidió
levantar la vestidura del santo y colgar su bolsita debajo de la falda y lo más
arriba posible para que no fuese perturbada por otras peticionarias. Bien cerca
de los genitales, pensó, porque eso tal vez ayuda un poco más.
A último momento se dio
cuenta que no tenía un alfiler de gancho plateado sino dorado, pero la colgó
igual bajo la falda y la acomodo lo mejor posible. Persignándose al mismo
tiempo que recordaba que debía pasar por la oficina del ente oficial a firmar
la solicitud de crédito. Y con el mismo envión pego media vuelta y salió de la
iglesia.
Siete días después, fue
noticia en el pueblo el robo a la iglesia donde entre otras cosas se llevaron
la estatua colonial de San Antonio dejando arrojadas en el piso las vestimentas
cubiertas de bolsitas rojas con pedidos de novio y una bolsita roja muy
especial colocada en la parte de abajo de la falda muy cercana a las partes
privadas del santo.
Que frustración, pensó
Lourdes.
Pasó una semana, dos,
cuatro, dos meses…y nadie que se pareciese a un novio apareció en su vida.
¡Que fiasco! Dije -al terminar
de escuchar la historia- habrá que esperar al año próximo siempre que consigan
otra imagen, aventuré.
A esta altura del relato y
creando un tenso silencio de suspenso, Lurdes abrió su cartera. Cuidando de no dañar sus cuidadas uñas extrajo su cedula electoral y me
la mostró.
Que bien saliste en la
foto, comenté.
Sigue leyendo, ordenó, mira
la dirección de la casa que me adjudicaron.
220 San Antonio
Después del asombro y las
risotadas dejaré al lector la libertad de elucubrar sobre las varias
posibilidades que confundieron al pobre Antonio.
El santo habrá pensado: ¿primero
la mano transpirada de una mujer que me rozó las partes íntimas tratando de
colgar un petitorio bajo la falda…días después el aliento agitado y las manos
con olor a cigarro que me desnudaron y que sin piedad me metieron en una caja
llena de hojas de maíz…y ahora como me acuerdo de los pedidos? Fue su último
pensamiento.
¿Fue la influencia del
alfiler de gancho dorado? ¿Fue lo desprolijo del pedido? Nunca lo sabremos,
pero Lourdes consiguió una casa en lugar de un
novio.
Pero no se dio por
vencida.
Los padres de Lurdes son
muy devotos de la milagrosa Virgen de Juquila. Unos días
antes del 8 de diciembre en que se celebra el día de esa virgen, le pidieron a
Lurdes que los llevase en su auto hasta el santuario. El auto en cuestión era un cacharrito viejo que se descomponía a menudo, pero como no pudo negarse al pedido allá partieron. El viaje es largo. Como ocho horas subiendo laderas y orillando precipicios camino a Oaxaca. El paisaje es maravilloso, pero no lo disfrutaron mucho pensando que el auto los dejaba abandonados en cualquier subida.
La Virgen de Juquila es una pequeña imagen española de madera tallada que fue entronizada en un nuevo templo allá por el comienzo del siglo XVIII.
En aquella época colonial, cada primavera, los campesinos incendiaban los campos para obtener mejores cosechas.
Esa vez el fuego se les descontroló y quemaron el templo. Milagrosamente la imagen fue recuperada de entre las cenizas solo un poco tiznada y desde ese momento se convirtió en uno de los tres iconos religiosos más reverenciados de México después de la Virgen de Guadalupe y la de San Juan de los Lagos.
A los peregrinos que llegan se les da un poco de arcilla para que modelen una imagen de lo que quieren pedir a la milagrosa imagen.
A Lurdes, a pesar de que su pedido era un novio, le resultó un poco ridículo hacer una imagen de un hombrecito de barro y en cambio hizo la imagen de un autito. Colocó el autito a los pies de la imagen rodeada de las esculturas más variadas y oró y oró con fervor pidiendo un novio.
A los pocos días de regresar de la peregrinación su hermana la llamo por teléfono desde México.
Hermanita, dijo, te conté que hace un par de meses compré un VW Jetta nuevo. Pues no puedo seguirlo pagando así que si quieres te lo paso a tu nombre a cambio que no me cobres alquiler por el departamento que ocupo.
Tres días después el auto, color dorado como el alfiler de gancho que usó con San Antonio, estaba en la puerta de la casa de Lourdes.
Ella sigue buscando novio, ahora con auto dorado y casa nueva en la calle San Antonio, pero parece que tiene problemas en ajustarse al protocolo del pedido.
Si sigue así de desordenada quien sabe que obtendrá próximamente.
Imagen de la Virgen de Juquila |
ORACIÓN A LA VIRGEN DE JUQUILA
Madre querida, Virgen de Juquila, Virgen de nuestra esperanza:
Tuya es nuestra vida. Cuídanos de todo mal.
Si en este mundo de injusticias, miseria y pecado, ves que nuestra vida se turba, no nos abandones.
Madre querida:
Protege a los peregrinos; acompáñalos por todos los caminos.
Vela por los pobres sin sustento; el pan que se les quita, retribúyeselos.
Acompáñanos toda nuestra vida y líbranos de todo tipo de pecado.
Reza nueve días esta oración; pide tres deseos: uno de negocios y dos imposibles.
Publica esta oración al noveno día…y cuéntame como te fue…