Buscar en este blog

18 de julio de 2019

FONTANARROSA Y YO - Homenaje



Diseño gráfico, arte: Manuel Lira, con admiración



En homenaje a una larga amistad, escrito la noche del 19 de Julio del 2007
©Copyright 2007- Felix Achenbach – Miami, Julio 2007


SWEET SADNESS - Aziza Mustafa Sayeh - Para acompañar el viaje  


MALA EDUCACION

Marzo del 58’. Un nuevo cumpleaños me trajo el primer pantalón largo y la papeleta aprobando mi ingreso a primer año al codiciado Industrial de la Nación General Don José de San Martín.
¿Con un nombre tan rimbombante como ese quien osaría no ser alguien al egresar?
Primer día de clases: confusión y ansiedad.
Gris, frío, y unos cuarenta soretes atemorizados por los techos demasiado altos, los salones demasiado grandes, los pizarrones dobles que podían subir y bajar con un juego de poleas sumados al color gris cemento que nos envolvía y se obstinaba en disminuirnos.

Algunos ostentábamos pantalones largos con mal disimulado orgullo. Otros, soportaban el frío que el vello incipiente de las piernas no lograba atenuar. Soquetes resbaladizos se apilaban sobre el zapato embetunado para el primer día de clases y un portafolios flaco que aún no sabía lo que le iba a tocar almacenar completaban el atuendo.
Nos íbamos amontonando por los pasillos con el recelo del rebaño que va al matadero sin saberlo, pero intuye -y aun así se deja llevar.
Un empujón. Me di vuelta y lo vi: medio aprisionado entre mi espalda y la horda. Más bajo que yo y con esos ojos oscuros enmarcados por ojeras eternas.

Entramos al salón y encontramos un asiento cualquiera al lado de un desconocido. Por lo menos yo ya conocía a alguien, aunque no vi las ojeras por los alrededores.

Pasaron semanas hasta que deserciones, gripes y ceros fueron vaciando asientos y un día, no sé cómo, Fontanarrosa estaba sentado a mi derecha.
De allí en más hice resonar la inefable carcajada que me hiciera célebre entre los profesores que de espaldas a la clase ya adivinaban al culpable y decían: “Achenbach…afuera…”

El Negro se dio cuenta rápidamente que yo era su esclavo, pasto seco que ardía rápidamente con una broma y comenzó su tarea incontrolable de hacerme cagar de risa mientras el mantenía una seriedad solemne y me miraba, entre incrédulo y sorprendido, apuntándome con esas ojeras que me empujaban al vacío de la convulsión.
Solemne el paso, pero babeando de la risa me iba afuera…por último, ¿que más quería? Podría ir al barcito que tenía el tamaño de una puerta que se abría cada recreo al malón hambriento y conseguía el pebete de jamón y queso sin empujones ni insultos.

Para el segundo año él comenzó a dibujar con lo cual acrecentó en forma exponencial su potencial dañino. Bastaba un papelito del tamaño de una estampilla con un boceto pasado subrepticiamente por debajo del pupitre para que yo, tratando de evitarlo, explotara en una carcajada que me llevaría indefectiblemente al pasillo.
“ Achenbach…afuera!...” decía el profesor de turno sin siquiera levantar la cabeza de su libro de texto y aunque el Negro se iba haciendo conocer como instigador silencioso, por ahora, yo era el que me tenia que ir.

La Muñoz era la profe de Mineralogía. Llamo al frente a uno de los olfa que después de una correcta disertación ella despidió agradeciéndole su presentación…el se fue rápidamente sin responder el de rigor “de nada, señorita” Ella entonces le llamo la atención con un: “Señor Fulano, lo cortés no quita lo valiente”

El Negro rápidamente susurro a mi lado, corrigiéndola “…lo cortés no quita lo caliente…”
Yo enrojecí, exploté en risotadas y sin esperar el “Achenbach…, afuera” comencé mi conocido sendero hacia la puerta…
La Muñoz, sorprendida por mi diligencia, pregunto de que me reía…¿cómo podía explicárselo?  si al darme vuelta y ver las ojeras que me miraban casi me meo…
Otra clase de Mineralogía perdida…
Como podría pasar por la vida sin poder distinguir un granito de un mármol, me pregunte mientras masticaba el pebete.

El Ingeniero Pla era un señor refinado y sin duda viejo, tan viejo que era casi transparente y sus cabellos blancos parecían hilos de cristal por los cuales pasaba sus manitas de pájaro, también transparentes surcadas por venas moradas. Con su vocecita del más allá trataba, con moderado éxito, hacernos entrar en el mundo de las matemáticas y la cultura general. Un día, no sé a cuento de que mencionó el caviar.
Sentí las ojeras en el lado derecho del cuello y por ese mismo canal auditivo recibí en un susurro la definición de caviar por Fontanarrosa: “el caviar” dijo “son esas bolitas negras y chatas que crecen entre los dedos de las patas”
Nos sentábamos en la segunda fila, pero ese día los de la primera habían faltado. Sin escudo protector no tuve salvación.
El viejo Pla, que era muy fino, me miro con ojos glaucos. Por un momento dudo sobre la pena a aplicar y luego dijo firmemente: “Señor Achenbach, por favor retírese del aula…” otra vez el viaje al tempranero pebete de jamón y queso aunque ahora con mas dignidad. Aparentemente la gente que de veras sabe lo que es el caviar tiene modales, pensé.

Una clase de Historia Griega nos trajo a Juno, “la diosa de la vista…”
“ Achenbach, afuera!”…Veré si me queda guita para el tranvía así me compro el pebete…
Nadie pudo ver en esa época que el humor suplía la mala educación que se aferraba a sobrevivir entre paredes grises, pasillos fríos y profesores aun más grises.

Al Negro no le fue nada mal.

Para compensar por mis largas horas en los pasillos tuve que tomar clases particulares, costosas y aburridas y mas tarde emigrar para ser profeta en tierras extrañas. Soy otro de los sobrevivientes del Industrial de la Nación, pero ¿quién me quita lo reído?

.

Contribucion al libro: "El Negro Fontanarrosa, la biografia", por Horacio Vargas




Fotografia del grupo de alumnos del Industrial de la Nacion - 1958
El Negro Fontanarrosa primera fila a la derecha. Yo en la tercera fila, cuarto de la derecha. 




.

15 de julio de 2019

CAMBIEMOS!...por favor cambiemos...




Mi blog nunca tuvo el propósito político que se vislumbra en esta entrega, pero creo que ha llegado el momento de que todos los argentinos desde cualquier rincón del mundo nos hagamos oír.
Yo soy uno de los tantos que mi país educó gratis y después echó para que fuéramos a pagar impuestos a otros gobiernos.
He viajado bastante como para poder apreciar que en cada lugar visitado conocí o escuché hablar de argentinos exitosos que han rehecho sus vidas y utilizan sus conocimientos para bien de otro país que no es el natal.

Cuando nací en 1945 un dólar equivalía a un peso respaldado en oro. Había en ese entonces solo tres grandes potencias en el mundo con economías respaldadas en oro: Estados Unidos, Rusia y Argentina.

Casi al cumplir 45 años y ya muy lejos de Argentina llegue a ver que mi peso que apenas 45 años antes equivalía a un dólar ahora había crecido en denominación, aunque decrecido en valor: 1000 millones de pesos eran necesarios para comprar un dólar

En nombre de la sanidad mental y el funcionamiento bancario fue imprescindible quitar 9 ceros a la moneda para que nuevamente se equiparara con un dólar y permitiera que las maquinas calculadoras no preparadas para inflación descabellada volvieran a trabajar normalmente.

¿Que fue del oro? Fue sigilosamente trasladado a cuentas suizas, antes, durante y últimamente por los ladrones que saquearon el país y que todavía quieren volver.

¿No tenemos memoria o no tienen vergüenza?


 

 Cronista










El kirchnerismo derrota a Macri: entre el ocaso y el último de los relatos


Nuestra elección más relevante. Tengo la sensación de que Cambiemos ganará estas elecciones por más margen del esperado porque todavía creo en una nación en donde mayoritariamente sus ciudadanos priorizan la decencia por sobre el saqueo, en donde mayoritariamente se exalta la libertad por sobre la tiranía de las dictaduras de izquierda, en donde mayoritariamente se reconoce que del despilfarro se sale sólo con dolor y costoso sacrificio tal como venimos padeciendo desde hace tres largos años y en donde por sobre todo se comprende que sin la excluyente dignidad de la libertad, que sin república, que sin democracia, que sin instituciones, que sin respeto supremo a nuestra única e inmodificable Constitución, ninguno de nuestros actuales males podrá ser resuelto.
La herencia populista ha condenado a esta nación a un nivel de pobreza no visto antes, es hora de tomar la pérdida y comprender que liberarnos de semejante mochila llevará al menos dos décadas. Nos llegó el tiempo de empezar de una vez y darle una chance a la generación que sigue. En esta elección nos jugamos nada más y nada menos que la oportunidad de seguir siendo libres o esclavizarnos eternamente en manos de un comunismo de Estado tal como hoy ocurre en Venezuela.
Naranjas en 90. En sus doce años de gestión económica, el kirchnerismo nos obligó a vivir de relatos y así como nos contaban que en Peronia había menos pobres que en Alemania, que en Peronia la inflación era sólo una ilusión, que en Peronia la inseguridad era una mera “sensación”, que en Peronia no existía un cepo cambiario, que en Peronia estar en default no importaba, se atreven ahora a prometer en campaña todo lo no hecho antes, como si semejante legado no estuviese a la vista de todos.
El kirchnerismo parecería haber convergido a un movimiento construido en función de historias inverosímiles, una Playstation de realidad virtual, un relato permanente y repetitivo que ya no tiene fuerza para convencer mayorías porque la soja vale menos de la mitad que en 2011 y no nos queda por lo tanto, nada más para revolear y regalar. Lo cierto es que el kirchnerismo hasta parecería haber dejado de ser peronista convirtiéndose en un grupo extremo con ADN trostkista que se va asilando del mundo mientras transcurren los tiempos teniendo al caos, a la miseria popular y al helicóptero, como únicos aliados potenciales.
Y como golpe final a este aislamiento vino el estrepitoso anuncio de un acuerdo histórico entre el Mercosur y Unión Europea que el kirchnerismo ansió pero no supo conseguir y que a su pesar, finiquitó exitosamente el Presidente Mauricio Macri. A esta altura de los acontecimientos, los augurios de victoria kirchnerista para este 2019 parecerían constituir el último de los relatos K, el final y lapidario arañazo para un perro que se pasó la vida mordiéndose la cola.
Más vale suerte que capacidad. Me relataban por abril de este año que el entorno K le llevaba 9 puntos de ventaja a Cambiemos. Sin embargo, desde esa esotérica encuesta varias cosas han acontecido implicando un rotundo golpe de timón que comienza a desnudar a un kirchnerismo como pasivo testigo de una derrota electoral que a esta altura comienza a verse como inminente y por sobre todo, irreversible.
  • Primero, de golpe y sorpresivamente, las tasas internacionales comenzaron a bajar fuertemente fruto de una economía norteamericana en plena fase de enfriamiento. Un mundo de tasas bajando favorece a mercados emergentes como la Argentina.
  • Segundo, de golpe y sorpresivamente, fruto de un shock climático en USA, la soja y el maíz comenzaron a recuperarse de un inicio de año muy duro para commodities alimenticios. Este aspecto claramente también favorece a la Argentina.
  • Tercero, la potencial guerra de tarifas entre China y USA parecería haberse calmado reavivando el apetito por activos emergentes, aspecto que también beneficia a la Argentina.
Cuarto, fruto de tasas bajando, el dólar a nivel mundial comenzó a operar en descenso frente a las principales monedas emergentes. De esta forma para pesar de un kirchnerismo que tiene como única carta de campaña ver a Mauricio Macri en helicóptero, a nivel global el mundo comenzó a operar muy favorablemente en todo el espectro de mercados emergentes, aspecto que claramente favorece a la Argentina, sacándole presión en dos frentes muy relevantes: a) cambiario y b) riesgo país.
Las maratones nunca las gana el que arranca primero. Pero lamentablemente, la agonía K no termina aquí. En estos últimos meses tres decisiones han sido claves para ir torciendo el destino de una elección que ya observa cómo se diluye la ilusión de una victoria K. Primero, el nuevo acuerdo con el FMI le otorgó a Cambiemos un aliado que había perdido desde abril 2018: ancla cambiaria. A partir de dicho evento y apalancado en un mundo que vende dólares, el Presidente Macri consigue su victoria electoral más relevante: estabilidad del dólar. Y de la mano de esta tranquilidad cambiaria se comienza a gestar un círculo virtuoso en varios frentes:
a) se calman las expectativas inflacionarias, b) se comienza a desacelerar la inflación real, c) la locura argentina comienza a bajar los decibeles, d) y la imagen del Presidente Macri empieza a ganar terreno a velocidad en desmedro del kirchnerismo.
Segundo, el cambio de fórmula kirchnerista ha sido un total fracaso. Las últimas incorporaciones al frente K no le han expandido la base electoral como se pensaba originalmente y a la vez denotó desde el inicio una señal de debilidad electoral por una sencilla razón: en Peronia, candidato que viene ganando por 9 puntos no se baja, no es casualidad que el riesgo país haya comenzado a colapsar muy sustancialmente desde dicho evento.
Tercero, la incorporación del Senador Pichetto a la fórmula macrista incorpora un antídoto kirchnerista: una parte significativa del peronismo federal está ahora del lado del Presidente Macri. Como se observa entonces, a las cuestiones internacionales del primer párrafo se le suman decisiones locales descriptas en estas líneas con un resultado potencialmente letal para el kirchnerismo: el momentum de aquí al final de las elecciones es de Cambiemos y faltan todavía cuatro largos meses en donde la imagen del Presidente Macri probablemente irá creciendo versus un irremediable debilitamiento K.
¿Elucubraciones mías o algo más? Hasta podría decirse que todo lo escrito en esta nota es solo el fruto de mi crispida y confundida imaginación. Pero lo cierto es que Wall Street hace mes y medio que viene tomando nota de un cambio en el momentum político de nuestro país que ha comenzado a reparametrizar todo nuestro espacio electoral. Nadie paga lo que no cree y Wall Street encarna a un mundo que bajo dicha filosofía comenzó a comprar activos argentinos masivamente. Wall Street es la encuesta más confiable porque pone la plata donde pone la boca. En este elocuente cambio de tendencia las acciones subieron más de 60%, los bonos se recuperaron en más de 10% y el riesgo país medido por el CDS a 5 años colapsó en más de 300 puntos. Al igual que yo, Wall Street olfatea una victoria macrista en las presidenciales del 2019 y esto recién empieza. Bienvenido sea por nuestra libertad, el bien mas sagrado de un humano.

Y POR SI NO LO SABIAN:

En los mercados norteamericanos han comenzado a aparecer masivamente productos argentinos: vinos, quesos, fiambres, ciruelas pasa, miel, naranjas, manzanas, duraznos, ajos, lentejas, arroz, frijoles. Hemos sido historicamente el granero del mundo y estamos volviendo a serlo gracias a una conduccion logica. Gracias Presidente Macri for su dificil gestion.