UNO DE LOS TRABAJOS MEJOR PAGADOS

Como les conté, vivo en Miami. Tal vez sea la lasitud del trópico que conlleva a pensamientos afiebrados, pero síganme.

A cada rato me encuentro en el piso una o varias monedas de un centavo que la gente deja caer o las arroja despreciándolas porque no valen nada. Me agacho y las recojo.

Yo he visto gente recibirlas de vuelto en un cajero y tirarlas al piso despreciativamente o dejarlas abandonadas sobre el mostrador.

Para mi el dinero es sagrado y no debiera rehusarse de ese modo porque como diría mi abuela “un día dios te va a castigar”

Es así que a veces les he preguntado porque lo hacen y contestan airados: “porque abultan y no valen nada. Pesan en los bolsillos. ¿Para qué uno quiere un centavo?” y me miran como diciendo “y a vos que mierda te importa”

Yo las recojo y cuando llego a casa las pongo en un frasco y allí se van acumulando. ¿Cuánto tengo? No sé.

Pero hice el siguiente cálculo:

Agacharse a recoger una moneda de 1 centavo toma medio segundo. Dos monedas por segundo.

En un minuto se pueden recoger 120 monedas.

En una hora totalizarían 7200 monedas o u$s 72

En 8 horas de trabajo llegaría a u$s 576 diarios

En 2000 horas de trabajo al año que es el promedio normal de lo que uno trabaja totalizarían u$s 144.000

Un cómodo ingreso mensual de u$s 12,000

La gente me pregunta porque camino con la cabeza gacha, a lo cual respondo: “no me interrumpas, estoy trabajando”

Con un sueldo así y trabajando al aire libre disfrutando del sol y del canto de los pajaritos, ¿no es éste el trabajo mejor pagado del mundo?

Además, está el aliciente de encontrar monedas de 1 centavo antiguas que logran un precio más alto que el nominal en el mercado de coleccionistas. Ayer encontré una de 1951 que vale u$s 0.50

Eso va a formar parte del aguinaldo.